A tu pueblo, en vez de tinieblas, le diste una columna de fuego, como un sol que no hacía daño, para que lo guiara en su desconocido viaje, en su gloriosa expedición.
A tu pueblo, en vez de las tinieblas, le diste una columna de fuego, que fue como un sol que los guió durante su marcha victoriosa sin causarles ningún daño.