Los malvados pensaron que podían oprimir al pueblo consagrado a ti, pero fueron ellos los que, aprisionados por la oscuridad y cautivos de una noche interminable, tuvieron que quedarse encerrados en sus casas, sin gozar de la luz que tú, en tu providencia, siempre das.
Cuando los malvados planearon esclavizar a tu pueblo, quedaron envueltos en una terrible oscuridad, más larga que una noche en la cárcel. Quedaron encerrados en sus casas y lejos de tu ayuda.