Un padre, desconsolado por la muerte temprana de su hijo, que le fue arrebatado bruscamente, hace una imagen de él, y al que antes era un simple hombre muerto, lo venera luego como a un dios, y establece, para sus familiares, ritos y ceremonias.
Pongamos otro ejemplo: Un padre, afligido por la muerte de su joven hijo, manda a hacer una imagen del hijo muerto. Después adora a esa imagen y pide a la familia que también la adore. De esta manera, lo que antes era un cadáver, se convierte en un dios.