Si él no quiere ayudarnos en estos cinco días, en su mano está el ayudarnos cuando quiera, como también el hacernos morir delante de nuestros enemigos.
Él es libre de hacer con nosotros lo que quiera, y puede negarse a ayudarnos en estos cinco días. Dios tiene el poder para ayudarnos, o para dejarnos morir delante de nuestros enemigos.