Las puertas mismas las hizo de treinta y un metros y medio de altura por dieciocho metros de anchura, para que su poderoso ejército pudiera desfilar con su infantería en formación.
Los portones eran de treinta y un metros y medio de alto, y de dieciocho metros de ancho. Por ellos podía pasar su poderoso ejército sin ninguna dificultad.