Su campeón no cayó a manos de jóvenes, ni fueron colosos los que lo vencieron, ni le cayeron encima gigantes enormes; ¡Judit, la hija de Merarí, lo venció con su belleza!
Al hombre más fuerte de su ejército no lo mataron los mejores soldados; no lo mataron hombres valientes, ni fue derrotado por gigantes. ¡Lo venció una mujer, la hija de Merarí! ¡Judit lo cautivó con su belleza!