¡Ay de las naciones que amenazan a mi pueblo: el Señor todopoderoso las castigará en el día del juicio; las entregará al fuego y los gusanos, y llorarán de dolor eternamente!»
»Cuando llegue el día en que el Dios todopoderoso juzgue a las naciones, les va a ir muy mal a los enemigos de mi pueblo. ¡Dios los hará sufrir con fuego y con gusanos! Será tan fuerte su dolor que nunca dejarán de llorar.»