Que te sirvan todos los seres que creaste; tú hablaste, y comenzaron a existir, enviaste tu soplo, y se formaron; nadie puede resistir a tu voz de mando.
»Con tan sólo una orden tuya todo comenzó a existir. Con un soplo de tu aliento toda tu creación cobró vida. ¡Que todo lo que respira te adore! »¡Tú hablas y todos te obedecen!