Pero antes llámenme a Aquior, el amonita, para que él vea y reconozca al que injurió al pueblo de Israel y a él mismo lo envió aquí como si lo enviara a morir.
Pero antes que nada, tráiganme a Aquior, el jefe de los amonitas. Quiero que vea lo que le pasó al hombre que lo sentenció a muerte, y se burló de Israel.