Desde lejos, Judit gritó a los guardias que estaban en las puertas: —¡Abran, abran la puerta! ¡Dios, nuestro Dios, está con nosotros, mostrando aún en Israel su fuerza y su poder contra los enemigos! ¡Así lo ha hecho hoy!
Judit les gritó a los guardias de la entrada: «¡Abran rápido los portones! ¡Nuestro Dios está con nosotros! ¡Hoy ha mostrado su gran poder contra los enemigos de Israel!»