No porfíes con uno que se enoja fácilmente, ni vayas con él de viaje. Porque a él poco le importa cometer un homicidio, y cuando nadie te pueda ayudar, te matará.
No discutas con los tontos, ni viajes con gente alocada, porque puede costarte la vida. Para ellos la vida no vale nada, y cuando estés indefenso te atacarán.