También están los doce profetas: ¡que sus huesos florezcan en la tumba! Pues animaron al pueblo de Jacob y lo salvaron con la seguridad de la esperanza.
¡Que Dios dé nueva vida a los huesos de los doce profetas! Porque consolaron al pueblo de Dios y lo ayudaron a mantenerse firme y a no perder la esperanza.