El Señor vela por aquellos que lo aman, como fuerte escudo y poderoso apoyo, refugio contra el viento ardiente, sombra para el calor del mediodía, protección contra los tropiezos y ayuda contra las caídas.
Dios cuida de los que lo aman; él es su poderoso protector; los protege del viento del desierto, les da sombra al mediodía, los levanta cuando tropiezan,