Si ofendiste de palabra a un amigo, no te preocupes: puedes volver a hacer las paces. Pero insultos, desprecios, descubrir secretos y herir por la espalda, son cosas que alejan a cualquier amigo.
Si hablas mal de él, o lo amenazas de muerte, no te preocupes, que puede volver y hacer las paces contigo; si lo ofendes y eres orgulloso, si descubres sus secretos o lo golpeas a traición, no conservarás su amistad.