Habla el rico, y muchos lo apoyan, y aunque hable mal, les parece muy bien. Se equivoca el pobre, y se burlan de él, y aunque hable con sensatez, nadie le hace caso.
Cuando algún rico tropieza, todos corren a ayudarlo; pero cuando tropieza un pobre hasta sus amigos lo empujan. El rico insulta a todos, y todo el mundo lo alaba; pero al pobre, aunque hable bien, todo el mundo lo critica.