Los sacerdotes no le daban importancia al asunto, porque debajo de la mesa habían hecho una entrada secreta y por ella entraban siempre para comerse los alimentos.
Los sacerdotes no estaban preocupados, pues debajo de la mesa donde se ponía la comida para Bel, habían hecho un túnel secreto, y por allí entraban a comerse la comida del ídolo.