Por eso nos han venido tantos males, y estamos ahora bajo la maldición que el Señor ordenó pronunciar a su siervo Moisés cuando sacó de Egipto a nuestros antepasados, para darnos la tierra en que la leche y la miel corren como el agua.
»Tú libraste a nuestros antepasados de la esclavitud en el país de Egipto, y les diste un país muy fértil, donde siempre hay abundancia de alimentos. Pero desde ese día y hasta la fecha, todos hemos desobedecido tus leyes; ¡hemos sido rebeldes! Por eso estamos sufriendo tanto. La maldición que tú anunciaste por medio de Moisés a nuestros antepasados, ahora la sufrimos nosotros por nuestro pecado.