Hijos míos, soporten con paciencia el castigo que Dios les ha enviado. Sus enemigos los han perseguido, pero pronto verán ustedes cómo van a ser ellos destruidos, y ustedes les pondrán los pies sobre el cuello.
”¡Pueblo mío, soporta con valor el castigo que Dios te ha mandado! Tus enemigos te persiguieron, pero pronto serán destruidos, y quedarán bajo tu poder.