Ahora estamos desterrados en este lugar adonde nos dispersaste, cubiertos de injurias y maldiciones, y sufriendo el castigo por todas las maldades de nuestros antepasados, los cuales te abandonaron, Señor, Dios nuestro.”»
¡Míranos, Dios nuestro! Aquí estamos, sufriendo insultos y burlas lejos de nuestra tierra. Ese castigo lo merecían nuestros antepasados, pues ellos fueron los que en verdad te olvidaron”».