Baruc 1:4
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También lo escucharon los funcionarios del gobierno y los miembros de la familia real, los ancianos y gente del pueblo de toda condición social, es decir, todos los que vivían en Babilonia, a orillas del río Sud.
Baruc escribió este libro el día siete del mes de Ab, cinco años después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, entró en la ciudad de Jerusalén y la incendió. Este rey sacó del templo de Jerusalén muchos objetos de plata y se los llevó a su país. También se llevó presos a Joaquín y a la gente más importante y poderosa de Judá. Tiempo después, el día diez del mes de Siván, Baruc recuperó esos objetos de plata, los cuales había mandado a fabricar Sedequías hijo de Josías, rey de Judá. Baruc leyó su libro en presencia del rey Joaquín hijo de Joacín, rey de Judá. Todo el pueblo se había reunido para escucharlo, incluyendo a los que vivían a orillas del río Sud en Babilonia. Allí también estaban los funcionarios y familiares del rey, y los líderes. Cuando Baruc terminó la lectura del libro, todos comenzaron a llorar, y decidieron ayunar y dedicarse a la oración. Además, recogieron dinero para que la gente de Jerusalén lo usara en el templo. Cada uno dio de acuerdo con lo que podía dar. Ese dinero se lo entregaron a los sacerdotes que estaban bajo las órdenes de Joaquín, que era hijo de Hilquías y nieto de Salom. Junto con el dinero, los israelitas enviaron la siguiente carta: «Este dinero es para que compren incienso y animales, para que los ofrezcan sobre el altar, y para las ofrendas por el perdón de pecados. Así podrán celebrar el culto en el templo de nuestro Dios.
Dios Habla Hoy (DHH) Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.; Traducción en lenguaje actual (TLA) Copyright © 2000 by United Bible Societies