pedían a Dios que, si no hacía esto por consideración a ellos, al menos lo hiciera en atención a la alianza hecha con sus antepasados, y por el santo y glorioso nombre que ellos llevaban.
En sus oraciones, los judíos le decían a Dios que, si ya no los amaba, los ayudara por respeto a la alianza que él había hecho con sus antepasados. También le pedían a Dios que no permitiera que su fama se viera manchada.