Después trajeron al sexto, quien, estando para morir, dijo: «No te hagas ilusiones; por nuestra culpa sufrimos esto, porque hemos pecado contra nuestro Dios; por eso nos han sucedido cosas terribles.
Después trajeron al sexto. Cuando estaba a punto de morir, le dijo al rey: «No te engañes. Es cierto que hemos sufrido mucho, pero estas desgracias nos han sucedido porque ofendimos a nuestro Dios.