A Eleazar, uno de los principales maestros de la ley, hombre de avanzada edad y de presencia noble, se le quería obligar, abriéndole la boca, a comer carne de cerdo.
Al anciano Eleazar, que era una persona de aspecto distinguido y uno de los más importantes maestros de la ley, le abrieron la boca a la fuerza para obligarlo a comer carne de cerdo. Esa carne estaba prohibida por la ley de Dios.