Cuando el rey supo estas cosas, llegó a la conclusión de que Judea quería rebelarse. Entonces, enfurecido como una fiera, se puso en marcha desde Egipto, tomó con su ejército a Jerusalén,
Cuando el rey Antíoco se enteró de todo esto, pensó que Judea quería rebelarse. Entonces, lleno de rabia, salió de Egipto con su ejército y se dirigió a Jerusalén.