Jasón y la ciudad le hicieron un gran recibimiento a la luz de antorchas y entre aclamaciones. Después Antíoco acampó con su ejército en la región de Fenicia.
Jasón y los que vivían en la ciudad salieron a recibirlo con antorchas encendidas y lanzando gritos de alegría. Después, Antíoco se fue con su ejército a acampar en la región de Fenicia.