Las mujeres, vestidas de luto y con el pecho descubierto, llenaban las calles. De las más jóvenes, que ordinariamente eran obligadas a permanecer en su casa, algunas corrían hasta las puertas y otras subían a los muros o se asomaban por las ventanas,
Las mujeres, para mostrar su dolor, se pusieron ropas sencillas y ásperas, y así andaban por las calles. Las muchachas, que debían permanecer encerradas en sus casas, corrían espantadas hacia los portones de la ciudad o subían a las murallas, mientras que otras miraban por las ventanas.