y que, así como Moisés oró al Señor y del cielo bajó un fuego que consumió el sacrificio, del mismo modo Salomón oró, y bajó del cielo un fuego que consumió todos los animales ofrecidos en holocausto.
Salomón oró, y en ese momento bajó fuego del cielo, y quemó por completo los animales presentados a Dios como ofrenda. Lo mismo había sucedido cuando Moisés presentó ofrendas a Dios.