Pero después de una reunión privada con los ancianos, resolvió ponerse en marcha y, con ayuda del Señor, solucionar la situación, sin esperar a que el ejército del rey invadiera Judea y se adueñara de Jerusalén.
Luego Judas se reunió en privado con los jefes del pueblo. Allí tomó la decisión de salir a la batalla, antes que el ejército de Antíoco invadiera Judea y conquistara Jerusalén.