Al saberlo, Judas recomendó a la gente que orara al Señor día y noche, para que una vez más los ayudara, pues iban a perder la ley, su patria y el santo templo;
Cuando Judas Macabeo supo esto, les ordenó a sus soldados que oraran a Dios de día y de noche, para que los ayudara como lo había hecho en el pasado, y que no permitiera que les quitaran su ley, su patria y su templo.