Macabeo, que fue el primero en tomar las armas, animó a los demás para que todos juntos hicieran frente al peligro y fueran en ayuda de sus hermanos. Todos ellos, llenos de entusiasmo, se pusieron en marcha.
Judas Macabeo fue el primero en tomar las armas en defensa de sus compatriotas. Después invitó a los demás a que, sin temor al peligro, siguieran su ejemplo. Así todos, con mucho entusiasmo, marcharon a la batalla.