De rodillas sobre la base anterior del altar, pedían a Dios que tuviera compasión de ellos, y que fuera enemigo de sus enemigos y se opusiera a quienes se oponían a ellos, como claramente lo dice la ley.
Se arrodillaron delante del altar y le rogaron a Dios que a ellos los tratara con bondad, mientras que a sus enemigos los tratara mal. Le pidieron con fuerza que se pusiera en contra de los enemigos de su pueblo, tal como dice la ley.