Timoteo, derrotado anteriormente por los judíos, reunió un numeroso ejército de mercenarios, juntó una tropa de caballería traída de Asia, y avanzó para tomar Judea por las armas.
Timoteo, general del ejército del país de Amón, volvió a formar un ejército. Contrató a muchos soldados extranjeros y compró muchos caballos en Asia. Con este ejército marchó contra Judea, pues planeaba quedarse con esa región por la fuerza. A este Timoteo los judíos lo habían derrotado antes.