De pronto vieron aparecer, en dirección hacia ellos y en medio de un gentío que llevaba un abundante bagaje, al novio con sus amigos y sus hermanos. Iban tocando panderetas y otros instrumentos musicales, y estaban bien armados.
Desde su escondite, Jonatán y Simón podían ver al grupo, que era muy numeroso y avanzaba haciendo mucho ruido. También vieron que el novio iba a su encuentro, acompañado de sus familiares, amigos, músicos y gente armada.