Cuando Alcimo se dio cuenta de que Judas y sus partidarios se habían hecho muy fuertes, y de que no podría oponerles resistencia, se volvió a donde estaba el rey e hizo contra ellos acusaciones muy graves.
Alcimo comprendió que Judas y sus seguidores se hacían cada vez más fuertes. Por eso, al ver que no los podía derrotar, fue a visitar al rey Demetrio, y acusó a Judas y a los suyos de haber cometido delitos muy graves.