Cuando el rey oyó estas noticias, se angustió terriblemente, tanto que se enfermó de tristeza y cayó en cama, pues no le habían salido las cosas como él quería.
Al oír estas noticias, y viendo que nada le salía como él quería, el rey Antíoco se entristeció. Fue tanto su pesar que se enfermó y tuvo que guardar reposo