a toda prisa dio órdenes al ejército de ponerse en marcha. Dijo al rey, a los comandantes del ejército y a los soldados: «Cada día nos debilitamos más; nos quedan muy pocas provisiones; el lugar que estamos sitiando está bien fortificado, y además los asuntos del imperio exigen nuestra atención.
decidió regresar rápidamente con su ejército, y les propuso al joven rey, a los jefes del ejército y a los soldados lo siguiente: «Cada día somos menos y se nos están acabando los alimentos. El lugar que atacamos está bien protegido. Por eso, ahora lo más importante es atender los problemas del imperio.