Sin embargo, por ser aquél un año sabático, no tenían suficientes provisiones en sus almacenes, y los israelitas que habían venido a Judea de los países paganos habían consumido las provisiones que quedaban.
Pero los alimentos comenzaron a faltar, pues era un año en que los israelitas dejaban descansar la tierra. Además, tuvieron que compartir la comida que tenían con los israelitas que habían llegado de los países paganos.