El rey Antíoco se llevó la otra mitad de sus tropas, y en el año ciento cuarenta y siete se puso en marcha desde Antioquía, su capital. Cruzó el río Éufrates y siguió su camino a través de las provincias de la altiplanicie.
Cuando los griegos cumplieron ciento cuarenta y siete años de gobernar desde Siria, el rey Antíoco tomó la otra mitad del ejército y salió de la ciudad de Antioquía, que era la capital de su imperio. Cruzó el río Éufrates y recorrió los países del norte.