con intención de engañar a los habitantes les habló en son de paz, y ellos le creyeron. Pero de repente se lanzó sobre la ciudad, descargó sobre ella un terrible golpe, matando a muchos israelitas,
Al entrar en Jerusalén, este ministro quiso ganarse la confianza de los que vivían en la ciudad; por eso les habló con mucha amabilidad. Pero, cuando los israelitas menos lo esperaban, ese ministro y su ejército atacaron la ciudad y mataron a muchos de sus habitantes.