Al ver el pueblo la lealtad de Simón y los deseos que tenía de dar gloria a su nación, lo nombraron su jefe y sumo sacerdote, en reconocimiento de todo lo que había hecho, de su rectitud, de la lealtad que había mostrado para con su nación y de sus continuos trabajos en favor de la grandeza de su pueblo.
»Cuando la gente vio que Simón era fiel y que lo único que buscaba era el bien de su patria, lo nombraron jefe de la nación y de los sacerdotes. Así reconocieron que era un hombre muy honesto, y que siempre había buscado la grandeza de su pueblo.