Envíanos, pues, tres mil trescientos kilos de plata y dos de los hijos de Jonatán como rehenes, para estar seguros de que no se rebelará otra vez contra nosotros, y luego lo dejaremos en libertad.»
Envíanos a dos hijos de Jonatán, y tres mil trescientos kilos de plata. Nosotros los mantendremos presos para asegurarnos de que ustedes no volverán a desobedecer nuestras órdenes. Tan pronto recibamos a los muchachos y el dinero, dejaremos libre a Jonatán».