Cuando Apolonio tuvo noticias de esto, alistó un ejército compuesto de tres mil soldados de caballería y una gran fuerza de infantería, y se puso en marcha hacia Azoto, como si quisiera pasar de largo, pero al mismo tiempo se internó por la llanura, confiado en su numerosa caballería.
Cuando Apolonio se enteró de lo sucedido, preparó un inmenso ejército formado por tres mil soldados de caballería y muchísimos soldados de infantería. Con este ejército marchó hacia la ciudad de Azoto. Quería que todos pensaran que su ejército iba de paso, pero en realidad sus soldados se habían extendido por todo el valle. Apolonio había puesto demasiada confianza en sus soldados de caballería.