Por eso te confiero hoy la dignidad de sumo sacerdote de tu nación y el derecho de llamarte «amigo del rey», para que apoyes mi causa y me conserves tu amistad.» Con la carta, Alejandro le envió un manto de púrpura y una corona de oro.
Si tú me apoyas en la batalla, y prometes ser nuestro amigo para siempre, yo te nombraré jefe de los sacerdotes de tu país, y serás considerado amigo del rey. Espero que nos ayudes y nos brindes tu amistad». Junto con esta carta, Alejandro le envió a Jonatán una capa de color púrpura y una corona de oro.