Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
Salmos 148

148 Aleluya. ALABAD á Jehová desde los cielos: Alabadle en las alturas.

Alabadle, vosotros todos sus ángeles: Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

Alabadle, sol y luna: Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.

Alabadle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos.

Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron criadas.

Y las hizo ser para siempre por los siglos; Púso les ley que no será quebrantada.

Alabad á Jehová, de la tierra Los dragones y todos los abismos;

El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra;

Los montes y todos los collados; El árbol de fruto, y todos los cedros;

10 La bestia y todo animal; Reptiles y volátiles;

11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos; Los príncipes y todos los jueces de la tierra;

12 Los mancebos y también las doncellas; Los viejos y los niños,

13 Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es elevado; Su gloria es sobre tierra y cielos.

14 El ensalzó el cuerno de su pueblo; Aláben le todos sus santos, los hijos de Israel, El pueblo á él cercano. Aleluya.

Error: 'Sabiduría 4:7-15' not found for the version: Reina-Valera Antigua
Hechos 7:59-8:8

59 Y apedrearon á Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

60 Y puesto de rodillas, clamó á gran voz: Señor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

Y SAULO consentía en su muerte. Y en aquel día se hizo una grande persecución en la iglesia que estaba en Jerusalem; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.

Y llevaron á enterrar á Esteban varones piadosos, é hicieron gran llanto sobre él.

Entonces Saulo asolaba la iglesia, entrando por las casas: y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel.

Mas los que fueron esparcidos, iban por todas partes anunciando la palabra.

Entonces Felipe, descendiendo á la ciudad de Samaria, les predicaba á Cristo.

Y las gentes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.

Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados:

Así que había gran gozo en aquella ciudad.