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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 145:1-5

Alabanza al SEÑOR el Rey

145 Salmo de alabanza[a]. De David.Te exaltaré, mi Dios, el Rey,

y bendeciré tu nombre
eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré
y alabaré tu nombre
eternamente y para siempre.
Grande es el SEÑOR
y digno de suprema alabanza.
Su grandeza es inescrutable.
Una generación celebrará tus obras ante otra generación,
y anunciará tus poderosos hechos.
Hablarán[b] del esplendor de tu gloriosa majestad,
y meditaré en tus maravillas.

Salmos 145:17-21

17 Justo es el SEÑOR en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras.
18 Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan,
a todos los que le invocan de verdad.
19 Cumplirá el deseo de los que le temen. Asimismo, oirá el clamor de ellos
y los salvará.
20 El SEÑOR guarda a todos los
que le aman
pero destruirá a todos los impíos.
21 Mi boca expresará la alabanza del SEÑOR:
¡Bendiga todo mortal su santo nombre, eternamente y para siempre!

Zacarías 1:1-17

Llamado para volver al SEÑOR

En el mes octavo[a] del segundo año de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías[b] hijo de Berequías, hijo de Ido, diciendo: “El SEÑOR se enojó en gran manera contra los padres de ustedes. Pero diles que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Vuélvanse a mí, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, y yo me volveré a ustedes’, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos. No sean como sus padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron diciendo que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Vuélvanse de sus malos caminos y de sus malas obras’; pero no me escucharon ni me atendieron, dice el SEÑOR. Sus padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿han de vivir para siempre? Pero mis palabras y mis leyes que encomendé a mis siervos los profetas, ¿acaso no alcanzaron a sus padres? Por eso ellos se volvieron y dijeron: ‘Como el SEÑOR de los Ejércitos se propuso hacernos, conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así hizo con nosotros’ ”.

Informe de los exploradores

En el día veinticuatro del mes undécimo[c], el mes de Sebat, del segundo año de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Ido, de esta manera:

Tuve una visión de noche, y he aquí un hombre montado sobre un caballo rojo que estaba entre los mirtos que había en una cañada. Detrás de él había caballos rojos, bayos y blancos. Entonces pregunté:

—¿Qué son estos, señor mío?

Me dijo el ángel que hablaba conmigo:

—Yo te mostraré qué son estos.

10 Y el hombre que estaba entre los mirtos respondió diciendo:

—Estos son los que el SEÑOR ha enviado para recorrer la tierra.

11 Ellos se dirigieron al ángel del SEÑOR que estaba entre los mirtos y dijeron:

—Hemos recorrido la tierra, y he aquí que toda la tierra está reposada y tranquila.

Mensaje de consuelo para Sion

12 Entonces el ángel del SEÑOR se expresó diciendo: “Oh SEÑOR de los Ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás compasión de Jerusalén y de las ciudades de Judá contra las cuales has estado airado durante setenta años?”. 13 Y el SEÑOR respondió palabras buenas y palabras de consuelo al ángel que hablaba conmigo. 14 Entonces me dijo el ángel que me hablaba:

—Proclama diciendo que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “Tuve celo por Jerusalén y gran celo por Sion, 15 y con gran enojo estoy airado contra las naciones que están reposadas. Pues yo estaba un poco airado, pero ellas agravaron el desastre. 16 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR, yo me he vuelto hacia Jerusalén con compasión. En ella será edificada mi casa, dice el SEÑOR de los Ejércitos, y el cordel será tendido sobre Jerusalén”. 17 Proclama además diciendo que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “De nuevo se desbordarán mis ciudades por la abundancia del bien; de nuevo consolará el SEÑOR a Sion y escogerá a Jerusalén”.

Hechos 22:22-23:11

Pablo ante el tribuno

22 Le escucharon hasta esta palabra. Entonces alzaron la voz diciendo:

—¡Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva!

23 Como ellos daban voces, arrojaban sus ropas y echaban polvo al aire, 24 el tribuno mandó que metieran a Pablo en la fortaleza y ordenó que le sometieran a interrogatorio mediante azotes, para saber por qué causa daban voces así contra él. 25 Pero apenas lo estiraron con las correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente:

—¿Es lícito a ustedes azotar a un ciudadano romano que no ha sido condenado?

26 Cuando el centurión oyó esto, fue e informó al tribuno diciendo:

—¿Qué vas a hacer? Pues este hombre es romano.

27 Vino el tribuno y le dijo:

—Dime, ¿eres tú romano?

Y él dijo:

—Sí.

28 El tribuno respondió:

—Yo logré esta ciudadanía con una gran suma.

Entonces Pablo dijo:

—Pero yo la tengo por nacimiento.

29 Así que, en seguida se retiraron de él los que le iban a interrogar. También el tribuno tuvo temor cuando supo que Pablo era ciudadano romano y que le había tenido atado.

Defensa de Pablo ante el Sanedrín

30 Al día siguiente, queriendo saber con certeza la verdadera razón por la que era acusado por los judíos, le desató y mandó reunir a todos los principales sacerdotes y a todo el Sanedrín de ellos. Y sacando a Pablo, lo presentó delante de ellos.

23 Entonces Pablo, fijando la vista en el Sanedrín, dijo:

—Hermanos, yo he vivido delante de Dios con toda buena conciencia hasta el día de hoy.

Y el sumo sacerdote Ananías mandó a los que estaban a su lado, que le golpearan en la boca. Entonces Pablo dijo:

—¡Dios te ha de golpear a ti, pared blanqueada! Tú estás sentado para juzgarme conforme a la ley; y quebrantando la ley, ¿mandas que me golpeen?

Los que estaban presentes le dijeron:

—¿Insultas tú al sumo sacerdote de Dios?

Y Pablo dijo:

—No sabía, hermanos, que fuera el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás al gobernante de tu pueblo[a].

Entonces Pablo, sabiendo que una parte del Sanedrín eran saduceos y la otra parte fariseos, gritó en el Sanedrín:

—Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos. Es por la esperanza y la resurrección de los muertos que soy juzgado.

Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos. La asamblea se dividió, porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus; pero los fariseos afirman todas estas cosas. Se levantó un gran vocerío, y algunos de los escribas del partido de los fariseos se levantaron y contendían diciendo:

—No hallamos ningún mal en este hombre. ¿Y qué hay si un espíritu o un ángel le ha hablado[b]?

10 Como hubo grande disensión, el tribuno, temiendo que Pablo fuese despedazado, mandó a los soldados que bajaran para arrebatarlo de en medio de ellos y llevarlo a la fortaleza.

11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: “Sé valiente, Pablo, pues así como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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