Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Tsade
137 Oh Señor, tú eres recto,
y tus ordenanzas son justas.
138 Tus leyes son perfectas
y absolutamente confiables.
139 La indignación me agobia,
porque mis enemigos despreciaron tus palabras.
140 Tus promesas fueron sometidas a una prueba rigurosa;
por eso las amo tanto.
141 Soy insignificante y despreciado,
pero no olvido tus mandamientos.
142 Tu justicia es eterna,
y tus enseñanzas son totalmente ciertas.
143 Cuando la presión y el estrés se me vienen encima,
yo encuentro alegría en tus mandatos.
144 Tus leyes siempre tienen razón;
ayúdame a entenderlas para poder vivir.
Respuesta del Señor
5 El Señor respondió:
«Observen las naciones;
¡mírenlas y asómbrense![a]
Pues estoy haciendo algo en sus propios días,
algo que no creerían
aun si alguien les dijera.
6 Estoy levantando a los babilonios,[b]
un pueblo cruel y violento.
Marcharán por todo el mundo
y conquistarán otras tierras.
7 Son reconocidos por su crueldad
y hacen lo que se les antoja.
8 Sus caballos son más veloces que guepardos[c]
y más feroces que lobos al anochecer.
Sus jinetes arremeten desde lejos.
Como águilas, se lanzan en picada para devorar a sus presas.
9 »Vienen sin tregua, decididos a la violencia.
Sus multitudes avanzan como el viento del desierto,
barriendo cautivos a su paso como si fueran arena.
10 Se burlan de reyes y príncipes
y menosprecian todas sus fortalezas.
¡Simplemente hacen rampas de tierra
contra las murallas y las toman por asalto!
11 Arrasan como el viento
y desaparecen.
Pero son profundamente culpables,
porque hicieron de su propia fuerza un dios».
Segunda queja de Habacuc
12 Oh Señor mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno,
¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros!
Oh Señor, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos
y castigarnos por nuestros muchos pecados.
13 Pero tú eres puro y no soportas ver la maldad.
¿Serás indiferente ante la traición de ellos?
¿Guardarás silencio mientras los perversos
se tragan a gente más justa que ellos?
14 ¿Somos tan solo peces para ser capturados y matados?
¿Somos simples criaturas del mar que no tienen quien las guíe?
15 ¿Tenemos que terminar ensartados en sus ganchos
y atrapados en sus redes, mientras ellos se alegran y celebran?
16 Entonces adorarán a sus redes
y quemarán incienso frente a ellas.
«¡Estas redes son los dioses
que nos han hecho ricos!», exclamarán.
17 ¿Permitirás que se salgan con la suya para siempre?
¿Tendrán siempre éxito en sus conquistas despiadadas?
Saludos de Pedro
1 Yo, Simón[a] Pedro, esclavo y apóstol de Jesucristo, les escribo esta carta a ustedes, que gozan de la misma preciosa fe que tenemos. Esta fe les fue concedida debido a la justicia e imparcialidad[b] de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador.
2 Que Dios les dé cada vez más gracia y paz a medida que crecen en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
Crecer en la fe
3 Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia; 4 y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.
5 En vista de todo esto, esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral; la excelencia moral, con conocimiento; 6 el conocimiento, con control propio; el control propio, con perseverancia; la perseverancia, con sumisión a Dios; 7 la sumisión a Dios, con afecto fraternal, y el afecto fraternal, con amor por todos.
8 Cuanto más crezcan de esta manera, más productivos y útiles serán en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo; 9 pero los que no llegan a desarrollarse de esta forma son cortos de vista o ciegos y olvidan que fueron limpiados de sus pecados pasados.
10 Así que, amados hermanos, esfuércense por comprobar si realmente forman parte de los que Dios ha llamado y elegido. Hagan estas cosas y nunca caerán. 11 Entonces Dios les dará un gran recibimiento en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
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