Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Bondad de Dios y perversidad de Israel
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf.
81 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.
10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.
11 Pero mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel no me quiso a mí.
12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.
13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!
14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos,
Y vuelto mi mano contra sus adversarios.
15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido,
Y el tiempo de ellos sería para siempre.
16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
Y con miel de la peña les saciaría.
Queja de Jeremías y respuesta de Dios
12 Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? 2 Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones. 3 Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arrebátalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza. 4 ¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No verá Dios nuestro fin.
5 Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán? 6 Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron grito en pos de ti. No los creas cuando bien te hablen.
7 He dejado mi casa, desamparé mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en mano de sus enemigos. 8 Mi heredad fue para mí como león en la selva; contra mí dio su rugido; por tanto, la aborrecí. 9 ¿Es mi heredad para mí como ave de rapiña de muchos colores? ¿No están contra ella aves de rapiña en derredor? Venid, reuníos, vosotras todas las fieras del campo, venid a devorarla. 10 Muchos pastores han destruido mi viña, hollaron mi heredad, convirtieron en desierto y soledad mi heredad preciosa. 11 Fue puesta en asolamiento, y lloró sobre mí desolada; fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que reflexionase. 12 Sobre todas las alturas del desierto vinieron destruidores; porque la espada de Jehová devorará desde un extremo de la tierra hasta el otro; no habrá paz para ninguna carne. 13 Sembraron trigo, y segaron espinos; tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada; se avergonzarán de sus frutos, a causa de la ardiente ira de Jehová.
7 Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.(A) 9 Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible