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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 80:1-2

Para el director del coro: salmo de Asaf; cántese con la melodía de «Lirios del pacto».

80 Te pido que escuches, oh Pastor de Israel,
    tú, que guías como a un rebaño a los descendientes de José.
Oh Dios, entronizado por encima de los querubines,
    despliega tu radiante gloria
    ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Muéstranos tu gran poder.
    ¡Ven a rescatarnos!

Salmos 80:8-19

Nos sacaste de Egipto como a una vid;
    expulsaste a las naciones paganas y nos trasplantaste a tu tierra.
Limpiaste el terreno para nosotros,
    y echamos raíces y llenamos la tierra.
10 Nuestra sombra cubrió las montañas;
    nuestras ramas cubrieron los poderosos cedros.
11 Extendimos las ramas al occidente, hacia el mar Mediterráneo;
    nuestros retoños se extendieron al oriente, hacia el río Éufrates.[a]
12 Pero ahora, ¿por qué has derribado nuestras murallas
    de modo que todos los que pasan pueden robarse nuestros frutos?
13 Los jabalíes del bosque los devoran,
    y los animales salvajes se alimentan de ellos.

14 Te suplicamos que regreses, oh Dios de los Ejércitos Celestiales.
    Observa desde los cielos y mira nuestro aprieto.
Cuida de esta vid
15     que tú mismo plantaste,
    este hijo que criaste para ti.
16 Somos cortados y quemados por nuestros enemigos;
    que perezcan al ver tu ceño fruncido.
17 Fortalece al hombre que amas,
    al hijo que elegiste.
18 Entonces jamás volveremos a abandonarte.
    Revívenos para que podamos invocar tu nombre una vez más.

19 Haznos volver a ti, oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales;
    haz que tu rostro brille sobre nosotros.
    Solo entonces seremos salvos.

Isaías 3:18-4:6

18 En aquel día de juicio
    el Señor la despojará de todo lo que la embellece:
adornos, diademas, collares con forma de luna creciente,
19     aretes, pulseras, velos,
20 pañuelos, brazaletes para el tobillo, fajas,
    perfumes, dijes,
21 anillos, joyas,
22     vestidos de fiesta, túnicas, mantos, bolsos,
23 espejos, ropas de lino de alta calidad,
    adornos para la cabeza y mantillas.

24 En lugar de oler a dulce perfume, apestará.
    Usará una soga como faja
    y su elegante cabello se le caerá.
Usará tela áspera en lugar de vestidos costosos,
    y la vergüenza reemplazará su belleza.[a]
25 Los hombres de la ciudad morirán a espada,
    y sus guerreros morirán en batalla.
26 Las puertas de Sion llorarán y se lamentarán.
    La ciudad será como una mujer violada,
    acurrucada en el suelo.

En aquel día quedarán tan pocos hombres que siete mujeres pelearán por uno solo y le dirán: «¡Deja que todas nos casemos contigo! Nos ocuparemos de nuestra propia comida y ropa. Solo déjanos tomar tu apellido, para que no se burlen de nosotras diciendo que somos solteronas».

Una promesa de restauración

Pero en aquel día, el retoño[b] del Señor
    será hermoso y glorioso.
El fruto de la tierra será el orgullo y la gloria
    de todos los sobrevivientes de Israel.
Los que queden en Sion
    serán un pueblo santo,
los que sobrevivan la destrucción de Jerusalén
    y estén registrados entre los vivientes.
El Señor lavará la inmundicia de la hermosa Sion[c]
    y limpiará a Jerusalén de sus manchas de sangre
    con el aliento abrasador de su ardiente juicio.
Entonces el Señor proveerá sombra para el monte Sion
    y para todos los que se reúnan allí;
les dará una cubierta de nubes durante el día
    y por la noche, humo y ardiente fuego,
    que cubrirá la tierra gloriosa.
Será un refugio del calor del día
    y un albergue contra las tormentas y la lluvia.

Mateo 24:15-27

15 »Llegará el día cuando verán de lo que habló el profeta Daniel: el objeto sacrílego que causa profanación[a] de pie en el Lugar Santo. (Lector, ¡presta atención!). 16 Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas. 17 La persona que esté en la azotea no baje a la casa para empacar. 18 La persona que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo. 19 ¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan! 20 Y oren para que la huida no sea en invierno o en día de descanso. 21 Pues habrá más angustia que en cualquier otro momento desde el principio del mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande. 22 De hecho, a menos que se acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero se acortará por el bien de los elegidos de Dios.

23 »Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean. 24 Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios. 25 Miren, que les he advertido esto de antemano.

26 »Por lo tanto, si alguien les dice: “Miren, el Mesías está en el desierto”, ni se molesten en ir a buscarlo. O bien, si les dicen: “Miren, se esconde aquí”, ¡no lo crean! 27 Pues, así como el relámpago destella en el oriente y brilla en el occidente, así será cuando venga el Hijo del Hombre.[b]

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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