Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
¡Míranos con buenos ojos!
(1) Del maestro de coro, según la melodía de «Los lirios». Testimonio y salmo de Asaf.
80 (2) Pastor de Israel,
que guías a José como a un rebaño,
que tienes tu trono sobre los querubines,
¡escucha!
¡Mira con buenos ojos a Efraín,
2 (3) Benjamín y Manasés!
¡Despierta y ven a salvarnos con tu poder!
8 (9) De Egipto sacaste una vid;
arrojaste a los paganos y la plantaste.
9 (10) Limpiaste el terreno para ella,
y la vid echó raíces y llenó el país.
10 (11) Cubrió los montes con su sombra,
y con sus ramas los árboles más altos.
11 (12) Se extendieron sus ramas hasta el mar,
y hasta el río Éufrates sus retoños.
12 (13) ¿Por qué has derribado su cerca,
dejando que le arranquen uvas los que van por el camino?
13 (14) El jabalí la destroza;
¡los animales salvajes la devoran!
14 (15) Dios todopoderoso, regresa, por favor;
mira atentamente desde el cielo
y ten consideración de esta vid,
15 (16) de la vid que tú mismo plantaste,
del retoño que tú mismo afirmaste.
16 (17) Destruye con tu furor
a quienes la cortan y la queman;
17 (18) pero ayuda al hombre que has escogido,
al retoño de hombre que tú mismo afirmaste,
18 (19) y nunca más nos apartaremos de ti.
¡Danos vida, y sólo a ti te invocaremos!
19 (20) Oh Señor, Dios todopoderoso,
¡haz que volvamos a ser lo que fuimos!
¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo!
5 ¡Vamos, pueblo de Jacob,
caminemos a la luz del Señor!
Castigo de los soberbios
6 Señor, has abandonado a tu gente, al pueblo de Jacob;
el país está lleno de adivinos venidos del oriente,
de magos como entre los filisteos,
y se hacen tratos con extranjeros.
7 El país está lleno de oro y plata,
de tesoros inmensos;
el país está lleno de caballos
y de infinidad de carros.
8 ¡Pero también está lleno de ídolos!
La gente adora los dioses que ha hecho con sus manos,
con sus propios dedos.
9 Se han humillado, se han rebajado.
¡No los perdones!
10 La gente se meterá entre las rocas,
debajo del suelo;
se esconderá de la presencia terrible del Señor,
del resplandor de su majestad.
11 Los orgullosos tendrán que bajar la vista;
los altaneros se verán humillados.
Sólo el Señor mostrará su grandeza en aquel día,
26 Porque si seguimos pecando intencionalmente después de haber conocido la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados; 27 solamente nos queda la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. 28 Cuando alguien desobedece la ley de Moisés, si hay dos o tres testigos que declaren contra él, se le condena a muerte sin compasión. 29 Pues ¿no creen ustedes que mucho mayor castigo merecen los que pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, los que insultan al Espíritu del Dios que los ama? Esa sangre es la que confirma la alianza, y con ella han sido ellos consagrados. 30 Sabemos que el Señor ha dicho: «A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.» Y ha dicho también: «El Señor juzgará a su pueblo.» 31 ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente!
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.