Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
¡Sálvanos otra vez!
(1) Del maestro de coro. Salmo de los hijos de Coré.
85 (2) Señor,
tú has sido muy bueno con este país tuyo;
has cambiado la suerte de Jacob;
2 (3) has perdonado la maldad de tu pueblo
y todos sus pecados;
3 (4) has calmado por completo
tu enojo y tu furor.
4 (5) Dios y Salvador nuestro,
¡sálvanos también ahora
y no sigas enojado con nosotros!
5 (6) ¿Acaso vas a prolongar por siempre
tu enojo contra nosotros?
6 (7) ¿No volverás a darnos vida,
para que tu pueblo se alegre por ti?
7 (8) Oh Señor,
¡muéstranos tu amor, y sálvanos!
8 (9) Escucharé lo que el Señor va a decir;
pues va a hablar de paz a su pueblo,
a los que le son fieles,
para que no vuelvan a hacer locuras.
9 (10) En verdad, Dios está muy cerca,
para salvar a los que le honran;
su gloria vivirá en nuestra tierra.
10 (11) El amor y la verdad se darán cita,
la paz y la justicia se besarán,
11 (12) la verdad brotará de la tierra
y la justicia mirará desde el cielo.
12 (13) El Señor mismo traerá la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
13 (14) La justicia irá delante de él,
y le preparará el camino.
11 (2.2) Entonces se juntará
la gente de Judá y de Israel,
y nombrarán un jefe único,
y de todas partes volverán a Jerusalén.
¡Grande será el día de Jezreel!
2 (3) Entonces dirán ustedes a sus hermanos:
«Pueblo de Dios»,
y a sus hermanas:
«Compadecidas».
La infidelidad del pueblo de Israel
2 (4) El Señor dice:
«¡Acusen ustedes a su madre, acúsenla,
porque ella no es ya mi esposa
ni yo soy su marido!
¡Que deje de mostrarse como prostituta!
¡Que aparte de sus pechos a sus amantes!
3 (5) Si no lo hace, la dejaré desnuda por completo:
la pondré como el día en que nació,
la convertiré en un desierto,
en pura tierra seca,
y la haré morir de sed.
4 (6) No me compadeceré de sus hijos,
pues son fruto de su prostitución.
5 (7) Su madre se prostituyó;
perdió el honor, cuando dijo:
“Iré en busca de mis amantes,
los que me dan mi pan y mi agua,
mi lana y mi lino,
mi aceite y mis bebidas.”
6 (8) »Por eso cerraré con espinos su camino
y pondré una cerca a su alrededor,
para que no encuentre sus senderos.
7 (9) Seguirá a sus amantes,
pero no los alcanzará;
los buscará, pero no los encontrará.
Dirá entonces:
“Volveré a mi primer marido,
pues con él me iba mejor que ahora.”
8 (10) »Pero ella no reconoció
que yo era quien le daba
el trigo, el vino y el aceite;
que yo era quien le aumentaba
la plata y el oro con que fabricó sus ídolos.
9 (11) Por lo tanto, volveré
y tomaré mi trigo y mi vino
en el tiempo de su cosecha,
y recogeré mi lana y mi lino,
que le había dado para cubrirse.
10 (12) A la vista de sus amantes
pondré su desnudez al descubierto.
¡Nadie la librará de mi mano!
11 (13) Pondré fin a su alegría,
a sus fiestas y lunas nuevas,
a sus sábados
y a todas sus festividades.
12 (14) Destruiré sus viñas y sus higueras,
de las que ella decía:
“Ésta es la paga
que me dieron mis amantes.”
Las convertiré en un matorral,
y se las comerán los animales salvajes.
13 (15) Voy a castigarla por el tiempo que pasó
ofreciendo incienso a los ídolos,
cuando se adornaba con anillos y collares
para seguir a sus amantes
olvidándose de mí.
Yo, el Señor, lo afirmo.
Dios ama a su pueblo Israel
14 (16) »Yo la voy a enamorar:
la llevaré al desierto
y le hablaré al corazón.
15 (17) Luego le devolveré sus viñas,
y convertiré el valle de Acor
en puerta de esperanza para ella.
Allí me responderá como en su juventud,
como en el día en que salió de Egipto.
Jesús calma la tormenta(A)
22 Un día, Jesús entró en una barca con sus discípulos, y les dijo:
—Vamos al otro lado del lago.
Partieron, pues, 23 y mientras cruzaban el lago, Jesús se durmió. En esto se desató una fuerte tormenta sobre el lago, y la barca empezó a llenarse de agua y corrían peligro de hundirse. 24 Entonces fueron a despertar a Jesús, diciéndole:
—¡Maestro! ¡Maestro! ¡Nos estamos hundiendo!
Jesús se levantó y dio una orden al viento y a las olas, y todo se calmó y quedó tranquilo. 25 Después dijo a los discípulos:
—¿Qué pasó con su fe?
Pero ellos, asustados y admirados, se preguntaban unos a otros:
—¿Quién será éste, que da órdenes al viento y al agua, y lo obedecen?
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.